domingo, 28 de septiembre de 2014

Astrid & Gaston - Legado de la cocina peruana

Si bien solemos leer en internet o periódicos locales sobre los restaurantes internacionalmente reconocidos que hay en Lima, sobre su exquisita comida y sus famosos chefs; el limeño promedio no suele visitarlos ya que tiene el concepto de que son excesivamente caros, hay que reservar con mucho tiempo de anticipación y que la comida al ser tan gourmet viene en raciones tan pequeñas que no importa lo que pidamos moriremos de hambre.

Pues esta semana, como excusa al aniversario con mi enamorada decidimos darnos el gusto de visitar uno de estos “exclusivos” restaurantes, fuimos a Astrid & Gastón Casa Moreyra, específicamente al Restaurante La Barra, ya que dentro de este mini-mundo gastronómico que ha creado Gastón Acurio podemos encontrar 5 restaurantes más, cada uno con una temática distinta y una orientación culinaria única.

Cabe resaltar que ir a cenar a un restaurante de esta categoría implica tener una experiencia inolvidable de inicio a fin, comenzando con la cordialidad de los valet’s que reciben tu auto pasando luego por la amable maître que te lleva a tu mesa y los experimentados mozos que están pendientes de cada detalle para que nosotros tengamos que preocuparnos sólo de disfrutar la comida.

Algo importante para comenzar es que La Barra basa su concepto en “compartir” por lo que los platos de fondo se sirven en porciones grandes, desde las 2 hasta las 6 personas, al igual que las entradas que se dividen en 3 categorías: Del Mar, Del Campo, De La Ciudad; y finalmente los Postres Del Día. 
Nosotros en esta ocasión pedimos de entrada La Trucha y los Ñoquis y de fondo optamos por el Cochinillo, platillo que siempre resalta en toda carta.

Lo primero que llego a nuestra mesa a modo de aperitivos fue una pequeña canasta de pan que consistía de panes chapla y tostadas de pan del campo, un pequeño plato con aceitunas verdes y negras encurtidas y aceite de oliva con sal para acompañar al pan y un pequeño recipiente con maní. Lo primero que probé fueron las tostadas con aceite de oliva, un pan recién tostado y crujiente, de miga suave y ligera; la sorpresa fueron las chaplas que sin bien no son chaplas tradicionales (pan sin levadura) estas están hechas a modo de bizcochos, con una masa un poco dulce, suaves y calientes. Por otro lado tuvimos un pequeño platillo con aceitunas verdes y negras encurtidas, de por si nunca me gustaron las aceitunas botija (negras), pero las verdes estuvieron exquisitas. Le maní es un maní dulce combinado con curry y algún otro elemento que les un sabor dulce y un poco empalagador. Con un recibimiento tan sencillo pero tan bien preparado sabía nos deparaba una comida excelente.

Lo siguiente en llegar a la mesa fueron las Tostadas de Trucha, como base fue utilizado el mismo pan del campo de la canasta de pan tostado a la perfección coronado con un mousse de trucha (a modo de tartar) perfectamente condimentado y una ensalada de vegetales del huerto del mismo restaurante con un toque de limón. Un plato sencillo pero lleno de sabor y elaborado a la perfección, lo que nos demuestra que la cocina no tiene que ser compleja para poder sorprendernos, mi única observación aquí es que la corteza del pan hace que sea un poco difícil de cortar o morder, tal vez deberían servirlas sin la corteza.

Tostadas de Trucha

Luego llegaron los Ñoquis que fueron un plato íntegramente vegetariano ya que los ñoquis estaban rellenos de yuca y vinieron acompañados de tomatitos cherry y croquetas de queso cheddar crujiente. Un plato liviano, ligero y muy sabroso que seguro nunca esperamos de entrada, todos los ingredientes se notaban extremadamente frescos y cuidadosamente seleccionados.


Finalmente llego nuestro plato de fondo, cabe resaltar que desde un inicio nos indicación que el tiempo de preparación era de 40 minutos aproximadamente, lo que nos demuestra que todo es preparado al momento. El plato es presentado en una pequeña fuente con el cuarto de cochinillo como estrella principal, escoltado por un tradicional puré de manzanas y una ensalada de zanahorias y rábanos, decorado por encima con manzanas al cilindro y manzanas deshidratadas en albaca, y por debajo una salsa de ostión para equiparar sabores.

cochinillo astrid & gaston

Mi mayor sorpresa vino al momento de intentar cortar el cochinillo, la piel y la carne son tan suaves que uno creería que romper una galleta de soda es más difícil. La piel es crujiente y la carne tierna y jugosa, definitivamente a todos nos gustaría poder presentar un cochinillo así durante las fiestas de fin de año para impresionar a toda la familia. El puré de manzana tiene su toque dulce característico y las manzanas al cilindro parece fueron cocinadas al horno ya que son suaves y dulces, acompañamiento perfecto para tan noble carne. Lo único del plato que no fue de mi agrado fue la salsa de ostión, tuvo un sabor muy fuerte y agrio para los demás ingredientes dulces, no sería mi primera opción de salsa, tal vez por ese motivo esta puesta por debajo y no bañando al cerdo, no lo sé.

Para acompañar los excelentes platos que nos ofrece el restaurante, se han dado el tiempo de elaborar una amplia carta de cocteles entre piscos, rones y demás licores tanto nacionales como importados, yo opté por pedir una combinación de licores importados con un nombre muy peruano, el Chin-Pun.  

El trago consiste en una mezcla de Zacapa, Barceló Amaretto, Toronja y Mandarina; sin duda por la combinación de licores me esperé un trago con mucho más cuerpo o más robusto, no un trago tan frutado de sabor, pero sin duda muy bien ejecutado. Lo que vale la pena resaltar es que a la gente de este restaurante no se le escapa un solo detalle, ya que hasta el sorbete estuvo cubierto por una hoja de hierba lo que le dio un toque especial tanto a la vista o presentación, como a la experiencia al momento de ingerir el trago, meticulosos al extremo lo que merece mucho respeto de nuestra parte.

En conclusión, el restaurante representa una verdadera “Experiencia Culinaria” para todo aquel que lo visite, y de inicio a fin uno puede dar fe de porque ha sido catalogado uno de los mejores sino el mejor restaurante del Perú. Todo es preparado con mucho cuidado, respeto y cariño cuidando cada detalle para el deleite de sus visitantes. Sin duda, una experiencia que no querrán perderse.

Si están preocupados por el presupuesto, nuestra visita tuvo un costo de S/. 300.00 y realizamos una reserva con dos semanas de anticipación, créanme que vale la pena tanto la inversión como el tiempo de espera, es una linda experiencia para compartir con la persona que más quieran.


Espero hayan disfrutado de la reseña y si quieren tener mas información durante la semana ahora pueden seguirme en Facebook bajo el nombre de Los Placeres Culinarios o en el link: www.facebook.com/losplaceresculinarios

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