lunes, 23 de noviembre de 2015

Un café de otros tiempos - Café de la Paz

Hola amigos, seguro muchos de ustedes se imaginarán que la vida de un blogger culinario se basa en invitaciones y comidas gratis para realizar reseñas de restaurantes que quieren algo de publicidad o buscan aparecer de una u otra manera en los medios, bueno pues les cuento que en muchas ocasiones no están lejos de la realidad, y aunque no sea mi caso ya que si no me gusta un sitio simplemente no escribo sobre él, muchas veces si acepto estas invitaciones por cordialidad o mera curiosidad. Esta semana por ejemplo recibí la invitación de un restaurante-café del cual nunca había escuchado, se trata de Café De La Paz, quienes muy cordialmente me invitaron a un maridaje para degustar su nueva carta de verano, y si bien al inicio me encontraba algo reacio decidí aceptar la invitación… y felizmente lo hice.

Lamentablemente empezamos con el pie izquierdo ya que al llegar a la zona donde se ubica el restaurante me topé con el primer “impase”, éste se encontraba en medio de la zona de construcción que rodea al Parque Kennedy, entonces me estacioné en un playa de estacionamiento cercana y empecé a caminar por aquellos pasajes miraflorinos que remembraban mi infancia, pasé por Parque D’Onofrio y El Parquetito, hasta encontrar un pequeño letrero que decía Café de la Paz, al acercarme un cordial mozo me dio la bienvenida y me indicó que el local se encontraba a escasos metros y me acompañó hasta la puerta, fue entonces que vi un café de antaño decorado al estilo parisino, con numerosas distinciones colgadas en sus paredes. Hay lugares y circunstancias que sin duda alguna a uno lo sorprenden, ésta fue una de ellas.

Ya en la mesa, rodeado de algunos amigos bloggers y otros periodistas, el Chef Jorge Jimeno salió a darnos la bienvenida y nos explicó que esa noche íbamos a poder degustar un menú de 5 tiempos, 2 entradas, 2 fondos y 1 postre; cada uno de ellos maridado por su sommelier para poder tener la experiencia completa que Café de la Paz nos ofrecía. Con la mente bastante abierta esperé el primer plato mientras disfrutaba de una copa de espumante Chandon Brut Rose que había sido seleccionado para el maridaje.

 La primera entrada en llegar fue el Tartar de Salmón y Palta en salsa clásica acompañado de tostadas. El maridaje fue más que correcto, la frescura del espumante encontró su par en el salmón, el cual estaba bañado en una salsa clásica del tartar, a base de Dijon, salsa inglesa y alcaparras, todos los ingredientes frescos y ligeros. Un plato el cual podríamos llamar bastante correcto y excelente para meses veraniegos. 

tartar de salmon con palta


sopa de cebolla
Mientras reposábamos nuestra primera entrada, el mozo se acercó a servirnos nuestra segunda copa, esta vez el designado fue un Vino Tinto Santa Elena cepa Pinot Noir, también se nos anunció la segunda entrada: Sopa de Cebolla.

Con mucha expectativa llegó la Sopa de Cebolla, de excelente presentación y abrumador aroma; cebolla blanca caramelizada, un caldo aromático y queso Gruyer son sus principales características.  El caldo está hecho en base a un consomé de carne de sabor tenue y delicado, las cebollas julianas fueron bien caramelizadas y con el toque exacto de sal, mientras que el queso Gruyer sobre una tostada de pan con la cereza del pastel en esta fenomenal sopa; digan de sacarse el sombrero.

A éste punto para serles sincero, yo ya estaba bastante sorprendido con lo que éste restaurante nos podía ofrecer. Siempre imaginé y tuve el errado concepto, que los locales aledaños al Parque Kennedy eran solo para extranjeros y que dichos restaurantes simplemente existían con la finalidad de saciar algunas curiosidades de gente ajena a nuestra gastronomía o a modo de ser una cafetín céntrico con una terraza y una bonita vista… nunca juzgues un libro por su portada.

Es así como llegamos al tercer plato de esta más que agradable cena, acompañado de un Vino Tinto Kraiken Malbec llegó a la mesa el Pollo a la Florentina con Risotto al Azafrán, según me comentaron un clásico de la casa con más de 15 años en la carta. Una tierna y jugosa pechuga de pollo empanizada al Panko cubierta de salsa Bechamel y hongos acompañada de un Risotto al azafrán con un predominante sabor marino. El vino es servido frio y brinda cierta frescura al plato pero ningún vino podría restarle presencia a tan magnifico pollo, suave, jugoso y lleno de sabor.

Pollo a la Florentina con Risotto al Azafran

El 4 plato llegó con aires algo más contemporáneos, Medallón de Salmón sobre una cama de Lentejas Bebé acompañado de Ratatouille y marinado con un Chardonnay bastante ligero y aromático. La estrella del plato era el salmón, braseado en mantequilla Dill y sellado a la perfección por ambas caras, dejando una piel crujiente por una de ellas y la otra crocante y llena de sabor. A pesar del espectacular salmón, las lentejas supieron seguirle el paso, llenas de sabor y de excelente textura; si de por sí les gustan las lentejas, estas lentejas bebé los sorprenderán.

Medallon de Salmon con Lentejas bebe

Crepe miraflorino con te verdeYa bastante satisfecho llegó a la mesa el último platillo, lo que ellos llaman Crepe Miraflorino, un crepes flambeado al brandy con jugo de naranja y acompañado de pasas borrachas. Como acompañamiento en esta ocasión dejamos los vinos y lo remplazamos por una infusión de té negro con manzana roja y canela, así compensaríamos el dulzor de la crepe, todo acorde a la ocasión. Lo único que puedo decirles de este “elegante” postre es que los transportará a un café de antaño y los hará sentir en un clásico café parisino.

Después de tan buena cena, a modo de sobremesa aproveché en conversar con el administrador del local, quien dicho sea de paso es una excelente y amena persona, quien poco a poco me fue contando la historia del local y la dura situación que pasan estos días al verse perjudicados por la municipalidad y la empresa constructora que hoy en día les ha arrebatado la terraza, accesos e incluso la vista que antes tenían. Fue así como me contó que la Cafetería El Tigre que tenían al lado, y la cual tenía más de 20 años abierta al público, tuvo que cerrar este año por la amplia disminución de público que sufrieron por las obras se vienen realizando en el parque y que en Enero del 2016 ya cumplen 2 años con casi ningún avance, una verdadera lástima.

Así que ya saben, si quieren tener una cena clásica o rodeados de un ambiente distinto en el medio de la ciudad o tan solo preservar las viejas costumbres no duden en visitar Café de la Paz, sin duda contribuirán a mantener vivos aquellos hitos de la ciudad que hicieron que nuestra Lima sea tan especial… a pesar mucha gente no lo quiera reconocer.
Aquí les dejo sus datos:
Dirección: Calle Lima 351 – Miraflores (Parque Kennedy a espaldas de la municipalidad)
                 Boulevard de Tarata 227 – Miraflores

Hasta la próxima semana!


Los Placeres Culinarios

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